top of page

Novena de Navidad

Villancicos

Día 5

Benignísimo Dios, Padre de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mayor prenda de tu amor, para que encarnado, y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese  en un pesebre para nuestra salvación. Te damos gracias por tan inmenso beneficio.

 

En acción de gracias te ofrecemos, Padre, nuestro deseo sincero de reconciliación y de paz, manifestado en el compromiso de cada colombiano por un trabajo conjunto que nos permita superar las diferencias; podamos respetarnos y reconocernos como hermanos.

 

Dispón nuestros corazones al perdón para no dejarnos vencer del odio y la venganza que agitan la violencia, que nos sumen en un ambiente de  desconfianza y nos desaniman  en la construcción de la paz.

Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y alegría, sea para nosotros una ocasión oportuna para renovar nuestra fe y vivirla en comunidad.

 

Amén. (Se reza tres veces Gloria al Padre)

Lema

Si confío en los demás, favorezco la paz y la armonía

En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. 

 

El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.

Pero el Angel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. 

 

Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».

 

María dijo al Angel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?».

El Angel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.

 

También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».

 

María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho».Y el Angel se alejó.

 

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.

La actitud de María ante la adversidad es un ejemplo del que podemos aprender para crecer en un valor tan importante como la confianza.

 

La confianza está devaluada. Parece que vivimos con la única certeza de que alguien nos engaña constantemente. Desconfiamos en todos los niveles: desde quien se acerca a preguntarnos la hora en la calle hasta de las promesas políticas, pasando por la autoridad, el padre de familia, el maestro, los amigos, los llamados procesos de paz.

 

Mucha de esa suspicacia se nutre de las malas experiencias que hemos padecido. Sin embargo, en nuestra desconfianza a veces interviene también una gran falta de experiencia de Dios y un profundo pesimismo, incompatibles con el ser y la misión del cristiano, incapaces de mirarnos al espejo con alegría y confianza.

 

Es cuestión de actitud: cuando dentro de nosotros no hay la paz que otorga el ser honestos, sinceros, los miedos e inseguridades nos ganan y no sólo nos volvemos desconfiados sino que generamos desconfianza.

 

Urge devolver la confianza  a nuestras comunidades, a nuestro país. Para ello, lo primero es fortalecer nuestra fe, acudir al Señor en la oración y pedir su ayuda con humildad y plena esperanza. Sólo así podremos confiar en nosotros mismos y, muy importante, confiar en los demás, que también son hijos de Dios.

 

Con el valor de la confianza soy capaz de vivir en paz y armonía.

María modelo de confianza en Dios y en el prójimo

Oración para todos los días

Signo

Ubicar la imagen de la Virgen María para ser apreciada

por los participantes como valor de confianza

Proclamación de la Palabra: Lucas 1, 26-39

Hecho de vida

Reflexión

Compromiso

Con mis palabras y acciones voy a generar confianza

en mi familia y comunidad

Villancicos

Cierto día, un perrito buscando refugio logró entrar en una casa abandonada. Al subir por las escaleras se encontró con una puerta entreabierta por la que entró. Para su sorpresa, dentro de ese cuarto había mil perritos observándolo tan fijamente como él los observaba. Comenzó a mover la cola,  a levantar sus orejas y a ladrar alegremente y notó cómo los demás perritos hacían lo mismo.

Cuando salió de la casa se dijo: ¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir con más frecuencia a visitarlo!

Tiempo después entró otro perrito, pero a diferencia del primero, éste, al ver a los demás perritos, se sintió amenazado; entonces empezó a gruñir y a ladrarles ferozmente a lo que los otros perritos  respondieron igual.

Cuando salió de la casa se dijo: ¡Qué lugar tan horrible es éste! ¡Nunca más volveré a entrar allí!

En frente de la casa se encontraba un letrero que decía: La casa de los 1000 espejos.

Tengamos confianza en nosotros, pues no somos responsables de la cara que tenemos sino de la que ponemos. Cultivemos actitudes positivas, esforcémonos por vivir auténticamente y así construiremos relaciones más armoniosas.

Conferencia Episcopal de Colombia

bottom of page