




Señor tu nos dijiste “donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Estas palabras nos animan como Iglesia a mantenernos unidos en una sola plegaria: la reconciliación y la paz para nuestro país. Señor, los colombianos en su inmensa mayoría somos personas de fe. Niños, jóvenes, familias, campesinos y demás grupos de la sociedad, no perdemos la esperanza de ver que en un futuro muy cercano, el perdón venza al odio y los enemigos puedan reconocerse como hermanos. Señor, sabemos que el camino a la cruz lo hiciste por la reconciliación del hombre con Dios. Al ofrecer este Santo Vía Crucis por la reconciliación de Colombia herida por el pecado de la muerte y la violencia, concédenos la gracia de permanecer fieles a tus palabras y enseñanzas, para que los colombianos descubramos en Ti, el camino, la verdad y la vida, que pueda sacarnos de las tinieblas de la muerte y conducirnos al reino de la justicia y de la paz. Queridos hermanos acojamos con fe y esperanza estas palabras del apóstol Pablo: “¿Quién nos separará del amor de Cristo?: ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?... Pero en todo esto vencemos gracias a aquel que nos ha amado” (Rm. 8, 35.37).
Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga
Arzobispo de Tunja – Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia


Lecturas
Ritos introductorios.
1ra Parte: Liturgia de la Palabra: Lecturas y Oración universal.
2da Parte: Adoración de la Santa Cruz.
3ra Parte: Sagrada Comunión.
Leccionario Dominical B:
Is 52,13 - 53,12 / Sal 31 (30), 2+6. 12 - 13. 15-16.17 + 25 (R. 6a) / Hb 4, 14-16; 5,7-9 / Jn 18,1 - 19,42.

Monseñor Oscar Urbina Ortega
Arzobispo de Villavicencio
Vicepresidente Conferencia Episcopal de Colombia
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 6-11
Primera parte
Segunda parte
Primera palabra
Del Evangelio de San Lucas (Lc. 23, 34).
«Jesús dijo: Padre, perdónales porque no saben lo que hacen.»
Segunda Palabra:
Del evangelio de San Lucas: (Lc. 23, 39-43)
«Uno de los malhechores colgados lo insultaba: ¿No eres tú el Mesías? —sálvate a ti y a nosotros. El otro le reprendía:
—y tú, que sufres la misma pena ¿no respetas a Dios? Lo nuestro es justo pues recibimos la paga de nuestros delitos, este, en cambio no ha cometido ningún crimen. Y añadió: —Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. Jesús le contesto:
—Te lo aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.»
Tercera Palabra
Del Evangelio según San Juan (Jn. 19, 26-27.)
" Junto a la cruz de Jesús estaban su Madre, la hermana de su Madre, María de Cleofás y María la Magdalena. Jesús, viendo a su madre
y al lado al discípulo predilecto, dice a su Madre:
—Mujer: Ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo,
— ahí tienes a tu Madre."
Cuarta Palabra.
Del evangelio según san Mateo (Mt 27, 45-47).
“Desde la hora sexta se extendieron las tinieblas sobre la tierra
hasta la hora de nona. Hacia la hora de nona
exclamó Jesús con voz fuerte, diciendo:
«¡Eloí, Eloí, lama sabachtani! » Que quiere decir:
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Algunos de los que allí estaban, oyéndolo, decían: A Elías llama éste"
Quinta Palabra
Del Evangelio de San Juan. (Jn. 19, 28-29).
Después de esto, sabiendo Jesús
que todo estaba ya consumado, para que se cumpliera la Escritura dijo:
«Tengo sed». Había allí una jarra llena de vinagre, fFijaron una esponja empapada en vinagre en una rama de hisopo y se la llevaron a la boca"
Sexta palabra.
Del evangelio de San Juan (Jn 19,30)
“Jesús tomó el vinagre y dijo: «Todo está consumado»"
Séptima palabra.
Del evangelio de San Lucas. (Lc. 23,46)
"Jesús, dando una gran voz, dijo: 'Padre, en tus manos entrego mi espíritu'"